PAN CASERO


Uno de mis alimentos preferidos es el pan, por eso decidí ya hace unos años aprender a hacerlo, y esta es una de mis recetas favoritas entre todas las que he probado.
Es complicado cogerle el punto a la masa porque puede quedarte muy dura y la miga te saldrá demasiado densa. También nos puede quedar demasiado blanda; entonces será muy complicado amasarla porque se nos pegará a las manos y a la mesa. De todas formas, siempre es preferible que se nos quede blandita porque, si fuese necesario, podemos añadir más harina poco a poco hasta que  esta forme unidad y no se pegue  ni a la mesa ni en las manos; de la otra forma será imposible arreglarlo porque una vez mezclado todo no se puede añadir más agua.
También son muy importantes la harina y la levadura que se utilizan (si la levadura es de panificadora, mucho mejor).
Esta es una receta propia que ha surgido de hacer muchas otras y de ir mejorando aquello que no me acababa de convencer día a día: finalmente he conseguido que la miga me quede blandita y esponjosa.
Os pongo exactamente las cantidades que yo utilizo, y siempre podéis multiplicar o dividir la cantidad de ingredientes según la cantidad que queráis hacer. Con esta cantidad me salió 1,850 kg de pan.


INGREDIENTES


- 830 g de harina de fuerza
- 2 cucharadas de postre de azúcar o una de tagatosa
- 2 cucharadas de postre de sal
- 40 g de levadura fresca 
- 520 ml de agua templada
- 40 g de mantequilla a temperatura ambiente



PREPARACIÓN


Yo utilizo mi robot amasador, pero antes de tenerlo lo hacía a mano. Sale igual de bueno pero hay que amasar bastante.

1. Templamos el agua y diluimos en ella la levadura; dejamos reposar mientras preparamos los demás ingredientes.

2. Ponemos en el cuenco del robot la harina, la sal y el azúcar, y movemos ligeramente; de esta manera evitaremos que la levadura tenga contacto directo con la sal.

3. Vertemos el agua con la levadura en dicho cuenco, ponemos la varilla amasadora a velocidad 3 unos 2 minutos.

Nota: Si se hace a mano, seguimos los mismos pasos y vamos moviendo con una cuchara de palo hasta que esté todo integrado; cuando la masa se despegue del cuenco la ponemos sobre la encimera (que hemos enharinado previamente) y ponemos la mantequilla en la masa. Empezamos a amasar con las manos.No nos preocupemos porque se nos pegue mucho, hay que seguir amasando hasta que deje de hacerlo.

4. Paramos el robot amasador y ponemos la mantequilla. Seguimos amasando unos 8 minutos a velocidad 5.


5. Entonces ya podemos sacarla del cuenco y amasamos un poquito con nuestras manos, pero sólo unos segundos (es el momento de ver si la masa necesita más harina; si se pega, le añadiremos una cucharada de harina y amasamos hasta que no se nos pegue). Hacemos una bola con toda la masa y dejamos fermentar.


6. Preparamos un cuenco grandecito (yo utilizo una olla, me da muy buen resultado a la hora del fermentado) y lo untamos con un pelín de aceite y ya está listo para poner nuestra masa dentro. Tapamos muy bien con papel film y dejamos un par de horas para que leve nuestra masa.


Muy importante: no ponerla en la corriente, es mejor un sitio cálido.

7. Una vez que nuestra masa ha alcanzado el doble de su volumen estará lista para preparar nuestro pan. Lo sacamos del recipiente y lo amasamos para sacar el aire, lo cortamos en porciones con un cuchillo para formar las piezas. Se puede moldear el pan a mano y ponerlo en la bandeja del horno (previamente preparada con un papel de horno) o utilizar algún molde (hay que prepararlos ya en la bandeja o moldes que vayamos a meter en el horno).



8. Una vez hemos modelado la forma del pan o la hemos puesto en nuestros moldes, tendremos que dejar levar otra vez una hora y media, más o menos, hasta que duplique su volumen de nuevo. Una vez estén listos, meter al horno sin cambiarlos de sitio.



9. Precalentamos el horno a máxima potencia y cuando esté bien caliente metemos nuestro pan (a mí me gusta espolvorearle un poco de harina por encima y darle unos cortes con un buen cuchillo afilado, para que quede más rústico). Bajamos a 180º y lo dejaremos así unos 20 minutos aproximadamente (ya sabéis que el tiempo dependerá de cada horno). Si lo hemos puesto en un molde, tendremos que desmoldarlo un poco antes de sacarlo del horno y volver a poner en el horno unos 10 minutos más solo con la placa inferior encendida. Uno de los días les hice a mis hijos panes con forma de mano:


¡Y listos para saborear nuestro pan casero, recién hecho, o para hacernos unas ricas tostadas! 

Os presento a continuación el resultado de varios días, con distintos panes y al final del todo la información nutricional y las raciones de hidratos (importantísimas de controlar en la alimentación de las personas con diabetes).
Mmmmmmm... ¡que lo disfruteis!










INGREDIENTES, INFORMACIÓN NUTRICIONAL Y RACIONES DE HIDRATOS: